martes, 10 de abril de 2012

Buaaaaaaaaaa

El Fulano tiene cara de "meti la pata" y nos imaginamos mil travesuras. Todas incluyen trompos, bolillas y bicicletas.
El Fulano está quieto, callado, mira el piso y nos imaginamos un dolor de panza, un empacho o un dolor de garganta.
Llega la Sultana y se le nota que ha llorado.
Llega la Sultana y el Fulano se pone de pie, le da el lugar, le pregunta si quiere algo y no nos queremos imaginar nada.
"Estas bien?", preguntamos.
"Si, seño, esta tarde no he chuñao nada, sabe que estoy embarazada? quiero que sea una nena" Nos deshacemos en abrazos, en cuidados, en cariños y la imaginación se nos escapa de las manos.
El Fulano y la Sultana van a ser papás. Todavía no han cumplido los 13...
Lloro en un rincón, maldiciendo, puteando e imagino ropa de bebé.